Esta historia tampoco la conocéis.
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Recibí la llamada durante un viaje en tren; la voz me pedía que, por favor, comprara un árbol para el jardín do su empresa está sita.
- Tu región es rica en viveros.
Pero continuó:
- ¿ Sabes ? En la Odisea, Homero habla de las bayas que comían los lotófagos, …, y yo creo que son de ese árbol que te he pedido. Quiero plantarlo en la entrada, cerca del caminillo, a la izquierda, ...
Alcancé mi hogar; unos días después, me encontré en un vivero preguntando por el árbol de Homero. Unas semanas después, el árbol se plantaba en el jardín; de pie ante él, junto al hombre que solicitó la compra, inquirí aún. Hallen aquí el equilibrio de la manía:
- Las bayas que comían los lotófagos de Homero causan la pérdida de la memoria; los hombres de Odiseo que las probaron, olvidaron todo pasado y sólo deseaban quedarse allí hasta el final de sus días.
Hallen aquí la visión y la misión.
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Noten que he callado el nombre del árbol.