Sobre óptica y mecánica.
Entendió que su percepción consciente era ya sólo la representación refleja cuando registró un patrón en el suelo de la lluvia.
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© Albert Sans. El texto se reproduce con el expreso consentimiento del autor.
Sobre óptica y mecánica.
Entendió que su percepción consciente era ya sólo la representación refleja cuando registró un patrón en el suelo de la lluvia.
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© Albert Sans. El texto se reproduce con el expreso consentimiento del autor.
La relación.
Es la ausencia de la palabra la que crea la percepción del presente.
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© Albert Sans. El texto se reproduce con el expreso consentimiento del autor.
El amor.
El hermano terminó de referir las palabras del doctor.
- Mamá ya no reconoce a algunas personas.
- De todos los hijos, a mí sólo ha olvidado.
- Contigo no tiene cuentas pendientes. Olvidarte el primero es la forma última de su amor.
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© Albert Sans. El texto se reproduce con el expreso consentimiento del autor.
El sepulturero conoció a los padres días antes del entierro del niño. Acudían periódicamente y flores blancas cubrieron la losa grabada. Hasta que dejaron de aparecer y dos losas se dispusieron a los lados de aquélla del hijo.
Las últimas flores blancas no fueron reemplazadas y el sepulturero fue conminado a retirarlas. Una fecha pendiente bajo el nombre del niño enterrado, muy posterior a aquélla sola bajo los nombres de los padres.
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© Albert Sans. El texto se reproduce con el expreso consentimiento del autor.
La redención o el perdón de los pecados en la cruz hizo al Cristo cómplice de los actos de los monstruos, acaso porque los monstruos son benévolos entre ellos.
Cristianismo o manual de indulgencia.
George C. de Lantenac, Ensayo sobre la Muerte de Jesús de Nazareth. Traducción y derechos de la traducción: Albert Sans ( el texto se reproduce con su consentimiento expreso ).
Fotografía de Eric Ravelo, proyecto fotográfico Los Intocables.
La niebla.
Había sido humo sólo. El hombre había sido por él envuelto y por el breve viento frío. Pero fue la niebla sólo. Sin memoria en ella el espanto y el cuchillo y la sangre.
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© Albert Sans. El texto se reproduce con el expreso consentimiento del autor.