miércoles, 8 de abril de 2020

Joaquín C. Plana - Imaginen ... veinte mil lenguas de viaje subyacente.



 Así hablé finalmente:

 - No se equivoque, Nemo ... Le detestan. Saben que este Nautilus se hundirá con usted.

 Nemo miró mis ojos reflejados en el espejo.

 - Pues se hundirá por usted. Pero le comprenden ... con esa comprensión que identifica todo lo humano en la conmiseración.


Salí del camarote y cerré la puerta tras de mí.

 No volvería a abrirse.

Veinte mil lenguas de viaje subyacente, un escolio.

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